Sordera para desintoxicarse
Te sientes abatido, cansado, aliviado por haberte quedado por fin solo y la sensación de tristeza te invade. No sabes qué te pasa, pero lo relacionas con el famoso estrés laboral. Acabas de salir de una reunión con tu jefe, o de una reunión con un compañero.
Puede ser que lo que te suceda no sea estrés laboral, sino intoxicación. Intoxicación emocional. Las llamadas personas tóxicas tienen un perfil psicológico bastante claro aunque no siempre resulta fácil detectarlas.
El proceso se asemeja al de una enfermedad de desarrollo lento, que manifiesta los síntomas de forma gradual, impidiendo muchas veces que los relaciones entre ellos. Aunque existen muchos tipos de personas que se podrían definir como tóxicas, todas tienen rasgos en común.
Una persona tóxica se caracteriza principalmente por ser alguien absorbente. Siempre quiere tener la razón y se ofende si le llevas la contraria, aunque sea en conversaciones de lo más triviales. Son hirientes, agresivos e inflexibles llegando incluso a disfrutar cuando otro es humillado. Solo hablan de sí mismos y las necesidades ajenas se las traen al fresco.
Personas tóxicas. Imagen de opcion-coaching
Suelen quejarse de todo sin aportar soluciones, y se aprovechan de la bondad de las otras personas. Manipulan y desvalorizan a los demás para sentirse mejor con ellos mismos y necesitan reconocimiento ajeno constante a causa de su baja autoestima.
Algunos expertos clasifican a la persona tóxica en subtipos de personalidad, como por ejemplo el victimista, el criticón e incluso el psicópata (como definición literal, para no dar lugar a confusión: persona con falta de sentimientos empáticos y nada que ver con crímenes).
¿Cómo desintoxicarse?
Este tipo de personas pueden encontrarse en tu vida personal, y también en la profesional. El problema es que en el ámbito profesional no siempre puedes deshacerte de ellas, pero aun así existen varios métodos para que tu vida no se vea alterada por su culpa.
Lo más importante es la comunicación. Una comunicación clara fundamentada en el respeto ayudará a que nos sintamos mejor con nosotros mismos y no estemos inseguros frente a los ataques del otro. Si la persona tóxica intenta engatusarnos criticando a un tercero (por ejemplo), hay que saber poner freno.
También hay que restarle importancia a su presencia. El tóxico intentará siempre llamar la atención, y si lo consigue se crecerá aun más, pudiendo llegar a colapsarnos mentalmente.
No hay que intentar cambiar su personalidad, porque es una tarea imposible. Lo único que te traerá son ansiedad y problemas. Puedes apoyarte en personas tanto de tu entorno laboral como familiar para intentar sacar tu parte más positiva. Es decir, todo se resume en una palabra: IGNÓRALOS.
Leo por internet un testimonio de una persona que llegó a fingir sordera, pidiéndole a sus compañeros tóxicos que solo se comunicaran con ella por correo hasta aprender el lenguaje de signos. ¿Exagerado? Quizás. O Quizás una idea de lo más brillante.
¿Conocéis a alguna persona tóxica?
