Sin tregua
Paula Llull04/04/2014
¿Naturaleza o socialización? Muchas mujeres te dirán que, por naturaleza, el sexo femenino tiende a tener cuidado de la casa y los hijos. Pero ¿de qué naturaleza estamos hablando? Para mí, es una imposición establecida en una sociedad patriarcal desde hace tanto tiempo que se ha convertido en algo implícito e indiscutible de la naturaleza de la mujer.
Pero tengo serias dudas de que sea natural. Otras culturas con sociedades de estructura matriarcal funcionan de forma muy diferente. La familia nuclear es un invento más de la modernidad. Ojo, que con esto no quiero decir que la gratificación de poder disfrutar de tu hijo o cuidar a tu madre no exista. Pero la cuestión es que parece que el “salario emocional” (gracias Manuel por la expresión, me viene al pelo) de la madre cuando hace estas tareas es mucho mayor que el del hombre. ¿Por qué?
He can do It
Aunque no queramos verlo, la mujer en nuestra sociedad tiene dos trabajos: El remunerado, y el (injustamente) no remunerado. Te pagan si eres cuidadora de otras familias, pero si lo eres de la tuya no, porque es lo que te toca. Full time, sin tregua. En cuanto la mujer se incorporó de forma masiva al mercado laboral, había muchos problemas en ir a buscar los hijos al cole o hacer la comida. Por eso, las primeras referencias a la conciliación significaban que la mujer pueda conciliar su vida laboral y familiar. Eso está cambiando, pero durante muchos años se ha legislado en base a un concepto de conciliación erróneo, y aún quedan muchas muestras de ello en la sociedad.
En España, ocho de cada diez personas que tienen dependientes a su cargo son mujeres, y ligado a ello tenemos que la tasa de actividad de la mujer está trece puntos por debajo de la de los hombres. Mientras, el porcentaje de cargos directivos segmentada por sexo deja mucho que desear (30% de mujeres en cargos directivos y gerentes, año 2012).
Las mujeres dedican, de media, 4:07 horas al día en el cuidado de los hijos y las tareas domésticas. Los hombres, una hora y 54 minutos. Entonces ¿por qué nos llenamos la boca con leyes de conciliación que no sirven para absolutamente nada? La maternidad condiciona la carrera profesional de las mujeres que desean trabajar, y eso es un hecho real. Los permisos de paternidad y maternidad en España son muy diferentes. Si el padre no puede cogerse los 4 meses, por ley, lo hará la madre. Primer paso para la exclusión de la mujer del mercado laboral. Aunque un gran porcentaje de mujeres esté incorporada al mercado laboral, ellas siguen desarrollando también las tareas que históricamente se les presuponían (cuidado de hijos y dependientes más el mantenimiento del hogar).
Lo segundo cada día está más presente, sobre todo entre los jóvenes. Pero si la legislación no cambia, será más difícil. Hablo de modelos de política social que están presentes en otros países de Europa y que en España están olvidados. REPITO: esto está cambiando a nivel social, pero necesitamos un empujón a nivel legislativo para que por fin, la conciliación sea real.
Pero tengo serias dudas de que sea natural. Otras culturas con sociedades de estructura matriarcal funcionan de forma muy diferente. La familia nuclear es un invento más de la modernidad. Ojo, que con esto no quiero decir que la gratificación de poder disfrutar de tu hijo o cuidar a tu madre no exista. Pero la cuestión es que parece que el “salario emocional” (gracias Manuel por la expresión, me viene al pelo) de la madre cuando hace estas tareas es mucho mayor que el del hombre. ¿Por qué?
He can do It
Aunque no queramos verlo, la mujer en nuestra sociedad tiene dos trabajos: El remunerado, y el (injustamente) no remunerado. Te pagan si eres cuidadora de otras familias, pero si lo eres de la tuya no, porque es lo que te toca. Full time, sin tregua. En cuanto la mujer se incorporó de forma masiva al mercado laboral, había muchos problemas en ir a buscar los hijos al cole o hacer la comida. Por eso, las primeras referencias a la conciliación significaban que la mujer pueda conciliar su vida laboral y familiar. Eso está cambiando, pero durante muchos años se ha legislado en base a un concepto de conciliación erróneo, y aún quedan muchas muestras de ello en la sociedad.
En España, ocho de cada diez personas que tienen dependientes a su cargo son mujeres, y ligado a ello tenemos que la tasa de actividad de la mujer está trece puntos por debajo de la de los hombres. Mientras, el porcentaje de cargos directivos segmentada por sexo deja mucho que desear (30% de mujeres en cargos directivos y gerentes, año 2012).
Las mujeres dedican, de media, 4:07 horas al día en el cuidado de los hijos y las tareas domésticas. Los hombres, una hora y 54 minutos. Entonces ¿por qué nos llenamos la boca con leyes de conciliación que no sirven para absolutamente nada? La maternidad condiciona la carrera profesional de las mujeres que desean trabajar, y eso es un hecho real. Los permisos de paternidad y maternidad en España son muy diferentes. Si el padre no puede cogerse los 4 meses, por ley, lo hará la madre. Primer paso para la exclusión de la mujer del mercado laboral. Aunque un gran porcentaje de mujeres esté incorporada al mercado laboral, ellas siguen desarrollando también las tareas que históricamente se les presuponían (cuidado de hijos y dependientes más el mantenimiento del hogar).
Tiempo dedicado por las mujeres a las tareas del hogar: 25
Ellos, menos de la mitad que ellas: 12
Podría seguir con ejemplos infinitos. Pero para mí, se reduce todo a dos premisas, cambio de legislación y cambio de mentalidad social.Lo segundo cada día está más presente, sobre todo entre los jóvenes. Pero si la legislación no cambia, será más difícil. Hablo de modelos de política social que están presentes en otros países de Europa y que en España están olvidados. REPITO: esto está cambiando a nivel social, pero necesitamos un empujón a nivel legislativo para que por fin, la conciliación sea real.
