Riesgos químicos: España en cabeza en el uso de pesticidas
Redacción Protección Laboral04/05/2016
Recientemente se publicó el anuario estadístico de la Unión Europea sobre las industrias de Agricultura, Ganadería y Pesca. España tiene un gran protagonismo en dicha publicación, ya que queda ni más ni menos que en el primer puesto en cuanto a consumo de pesticidas. Con 360.000 toneladas gastadas por el conjunto de los 28 países pertenecientes a la UE, el 19,5% de éstos corresponden a nuestro país. Éste es seguido de muy cerca por Francia (con un 18,7 %, siendo justamente la primera potencia agrícola de Europa), Italia (13,8%) y Alemania (12,3). Se dividen los pesticidas en 6 grupos: fungicidas y bactericidas, Herbicidas, Insecticidas, molusquicidas, reguladores del crecimiento de plantas y otros productos protectores. Los más utilizados acostumbran a ser los fungicidas y bactericidas y, si tomamos solamente los datos de estos dos, España queda en segundo lugar en cuanto a su uso, después de Italia. En lo que se refiere a los insecticidas, la industria agrícola española compró el pasado año unas 6595 toneladas de producto (el triple que en Italia y Francia). Los cultivos donde más se invierte en insecticidas son los de fruta. Para contrarrestar tan alarmantes datos, hay que decir que somos el país donde el espacio dedicado a cultivo orgánico más ha crecido durante la última oleada, así como más concienciación sobre la necesidad de invertir en cultivo y crianza ecológica entre los profesionales del sector agrícola. No sólo por los beneficios en la salud del consumidor, sino por la minimización de riesgos de intoxicación para los trabajadores.
Recordemos que estas sustancias están pensadas para matar. El sufijo “cida” ya nos da muchas pistas sobre su peligrosidad. Hay un mundo allí fuera repleto de información (tanto veraz como más que cuestionable) sobre las desgracias o beneficios de consumir alimentos tratados con pesticidas. Pero nosotros nos vamos a centrar en los efectos para el trabajador de la industria agrícola, los riesgos y las medidas de prevención.
Durante el trabajo con pesticidas, en condiciones de no protección, las sustancias tóxicas que contienen pueden entrar en el cuerpo mediante varias vías, que incluyen ingestión (boca), inhalación (pulmones) o por absorción dérmica (en contacto con la piel). Los trastornos que pueden provocar los tóxicos pueden ser de tipo agudo o bien crónico, que tienen los siguientes efectos:
Intoxicación aguda: acostumbra a ocurrir a corto periodo después de la exposición a los tóxicos. Los síntomas más frecuentes son cefaleas, mareos, náuseas, vómitos, diarrea, lesiones cutáneas, tos y dificultad para respirar. En caso de ingestión, y dependiendo de la cantidad, los efectos pueden ser muy graves provocando incluso la muerte del trabajador.
Intoxicación crónica: Tiene efectos después de varias exposiciones sucesivas a bajas cantidades de plaguicida. Puede causar daños respiratorios, cutáneos e incluso neurológicos, que podrían llegar a ser irreversibles. Algunos pesticidas, por ejemplo, aumentan el riesgo de cáncer y de malformaciones congénitas como el temido glifosato, al que ya le dedicamos un reportaje en la revista Protección Laboral.
Es básico (y obligatorio) proteger a los trabajadores de la industria agrícola frente a los agentes tóxicos de los plaguicidas, de la misma manera que lo es proteger a los consumidores finales del producto. Las OMS plantea una serie de medidas que será de vital importancia tener en cuenta, y que todos los trabajadores implicados deberíais conocer. Éstas atañen al etiquetado y almacenamiento de los productos químicos, su manipulación, y las EPI que utilizaremos mientras trabajemos con ellos. A continuación transcribimos algunas de las medidas de prevención más importantes. Aun así, aconsejamos leer todo el protocolo aquí.
Hay una gran cantidad de protocolos y consejos para prevenir accidentes. Además del de la OMS, os dejamos con otras documentaciones que nos han parecido muy interesantes a la par que completas.
Mutua Balear: Consejos de Prevención – Uso de plaguicidas
INSHT: Pesticidas: clasificación y riesgos principales
Istas CCOO: Riesgo Químico
¿Cómo afecta a los trabajadores del sector?
Recordemos que estas sustancias están pensadas para matar. El sufijo “cida” ya nos da muchas pistas sobre su peligrosidad. Hay un mundo allí fuera repleto de información (tanto veraz como más que cuestionable) sobre las desgracias o beneficios de consumir alimentos tratados con pesticidas. Pero nosotros nos vamos a centrar en los efectos para el trabajador de la industria agrícola, los riesgos y las medidas de prevención.
Durante el trabajo con pesticidas, en condiciones de no protección, las sustancias tóxicas que contienen pueden entrar en el cuerpo mediante varias vías, que incluyen ingestión (boca), inhalación (pulmones) o por absorción dérmica (en contacto con la piel). Los trastornos que pueden provocar los tóxicos pueden ser de tipo agudo o bien crónico, que tienen los siguientes efectos:
Intoxicación aguda: acostumbra a ocurrir a corto periodo después de la exposición a los tóxicos. Los síntomas más frecuentes son cefaleas, mareos, náuseas, vómitos, diarrea, lesiones cutáneas, tos y dificultad para respirar. En caso de ingestión, y dependiendo de la cantidad, los efectos pueden ser muy graves provocando incluso la muerte del trabajador.
Intoxicación crónica: Tiene efectos después de varias exposiciones sucesivas a bajas cantidades de plaguicida. Puede causar daños respiratorios, cutáneos e incluso neurológicos, que podrían llegar a ser irreversibles. Algunos pesticidas, por ejemplo, aumentan el riesgo de cáncer y de malformaciones congénitas como el temido glifosato, al que ya le dedicamos un reportaje en la revista Protección Laboral.
Medidas para la prevención
Es básico (y obligatorio) proteger a los trabajadores de la industria agrícola frente a los agentes tóxicos de los plaguicidas, de la misma manera que lo es proteger a los consumidores finales del producto. Las OMS plantea una serie de medidas que será de vital importancia tener en cuenta, y que todos los trabajadores implicados deberíais conocer. Éstas atañen al etiquetado y almacenamiento de los productos químicos, su manipulación, y las EPI que utilizaremos mientras trabajemos con ellos. A continuación transcribimos algunas de las medidas de prevención más importantes. Aun así, aconsejamos leer todo el protocolo aquí.
Envases y etiquetado:
- Mantener el plaguicida en su envase original.
- Asegurarse de que siempre se pueda leer la etiqueta y que sea comprensible para todos los trabajadores.
- Requerir al vendedor del producto la ficha de seguridad correspondiente.
Equipo de protección personal:
- Sombreros de protección para la cabeza.
- Mascarillas con filtros químicos.
- Gafas o máscaras protectoras de ojos y rostro.
- Guantes de puño largo, de goma, neopreno o látex.
- Botas de goma o PVC y de suela antideslizante de caña media o larga.
Almacenamiento:
- Almacenar sólo la cantidad mínima de plaguicida necesaria.
- No exponer los plaguicidas a la luz del sol.
- Avisar de la exposición a plaguicidas de la zona con cartelería.
Manipulación:
- Proveer al empleado del material necesario para poder neutralizar una fuga o derrame.
- Nunca medir o verter los plaguicidas sin uso de guantes.
- No devolver nunca los plaguicidas al envase ni cambiarlos de recipiente.
- Mezclar los plaguicidas en lugares provistos de buena ventilación.
Hay una gran cantidad de protocolos y consejos para prevenir accidentes. Además del de la OMS, os dejamos con otras documentaciones que nos han parecido muy interesantes a la par que completas.
Mutua Balear: Consejos de Prevención – Uso de plaguicidas
INSHT: Pesticidas: clasificación y riesgos principales
Istas CCOO: Riesgo Químico
