Network Mobbing: nuevos tipos de violencia laboral
Muchas veces más dolorosa, la violencia psicológica y el acoso laboral son más difíciles de identificar de entrada, por eso una vez localizados el dolor ha calado ya demasiado hondo.
Internet y las redes sociales no son cosa de adolescentes. No únicamente. El 96% de la población mundial usa el e-mail para comunicarse, y el 62% también las redes sociales.
Por ello no es de extrañar que más de un 75% de tus compañeros de trabajo tengan Facebook. O Twitter. O ambas. Las reticencias a añadir a los nuevos colegas se diluyen a medida que las tardes de cañas aumentan, hasta que llega el día que, por lo que sea –por la cantidad de cañas a la hora o porque quieres invitarles a ir de barbacoa- les agregas a Facebook.
Network Mobbing. Imagen de cibulling blogspot
Eso no es malo, de hecho es quizás el proceso natural de las relaciones humanas del siglo XXI. Peroconlleva riesgos a veces impredecibles.
¿Qué es el Network Mobbing?
Un ascenso, una complicidad con el jefe o el simple trabajo bien hecho pueden despertar la ira de algún compañero tóxico. Si éste dispone de los medios suficientes, podría emprender una estrategia de acoso y derribo que podría llegar a provocar a la víctima daños psicológicos imuy graves.
El Network Mobbing es un tipo de acoso laboral donde se humilla, se ataca y se deja en evidencia mediante rumores o chismes a uno o más compañeros de trabajo a través del mail y las redes sociales.
El peligro potencial, más allá de los presentes en otros tipos de acoso psicológico como la depresión, ansiedad, estrés e incluso pánico, es el alcance que puede llegar a tener este tipo de hostigamiento.
Las reticencias a añadir a los nuevos colegas se diluyen a medida que las tardes de cañas aumentan, hasta que llega el día que, por lo que sea –por la cantidad de cañas a la hora o porque quieres invitarles a ir de barbacoa- les agregas a Facebook.
A diferencia del acoso, llamémoslo tradicional, este tipo de ataque puede llegar mucho más lejos. Si el agresor se lo propone no será suficiente con que la víctima cambie de empresa o departamento, ya que el hostigador se dedicará a expandir imágenes humillantes o comentarios degradantes en redes sociales e internet, provocando una imagen distorsionada y vejatoria de la víctima en la red. Una imagen que llegará a cualquier usuario que se preste a teclear el nombre de la víctima en el navegador, en cualquier lugar del mundo.Otra dificultad añadida es la imposibilidad de refugiarse fuera del ámbito de acoso. Al tratarse de la red, la víctima puede verse encerrada en un círculo de hostigamiento imposible de sortear, ya que los ataques se dan mediante su teléfono móvil, su e-mail y sus redes sociales.
Pese a que las opciones de bloqueo son un parche bastante útil, es mejor controlar y separar los círculos sociales, y por supuesto, aprender a detectar la mínima señal para acudir a un profesional y poner freno a lo que podría ser un destrozo de la reputación y la autoestima del afectado.