El mensaje ‘redundante’ de la seguridad a través de la señalización
Redacción Protección Laboral09/01/2018
En materia de seguridad existen las medidas redundantes por la razón obvia de que ofrecen ‘segundas oportunidades’. La redundancia no es accesoria, sino necesaria. Segurilight, fabricante español de señalización de seguridad (Bermeo, Vizcaya), pondera la importancia de señalizar para prevenir. “Pero, antes de señalizar (o desarrollar cualquier otra actividad preventiva), es necesario que las empresas hayan interiorizado el mensaje preventivo que emana de nuestro ordenamiento legal en materia de seguridad de riesgos laborales”, subrayan fuentes de Segurilight. Para ello, apelan a nuestra norma fundamental en materia preventiva, la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, destacando que dicha legislación “determina el cuerpo básico de garantías y responsabilidades preciso para establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo, en el marco de una política coherente, coordinada y eficaz”.
Entre las medidas preventivas para la adecuada protección de los trabajadores se encuentran las destinadas a garantizar la utilización de equipos de protección individual (EPI) que los protejan adecuadamente de aquellos riesgos para su salud o su seguridad que no puedan evitarse o limitarse suficientemente mediante la utilización de medios de protección colectiva.
A efectos del presente Real Decreto, se entiende por EPI (Equipo de Protección Individual) cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.
Por ejemplo, el uso de cascos protectores es de necesario cumplimiento en actividades como las obras de construcción, actividades debajo o cerca de andamios y demolición. Así como en estructuras metálicas de gran altura, postes, torres, instalaciones de altos hornos, grandes contenedores, instalaciones de calderas y centrales eléctricas, entre otros.
O, el calzado de protección y de seguridad es indispensable en trabajos de obra gruesa, ingeniería civil y construcción de carreteras. Obras de demolición de obra gruesa o en construcciones de hormigón y de elementos prefabricados que incluyan encofrado y desencofrado.
Otros EPIs más frecuentes son gafas de protección, pantallas o pantallas faciales, equipos de protección respiratoria, protectores del oído, prendas y equipos de protección, guantes, ropa y, por supuesto, las prendas de seguridad y señalización, así como la propia señalización de seguridad de los lugares de trabajo.
Si tras realizar la evaluación de riesgos, se determina que en un lugar de trabajo resulta obligatorio el uso de EPI, se debe informar a los trabajadores sobre esta obligación. Además, esta información se debe señalizar de forma que todos los trabajadores y visitantes que deban acceder a este lugar sepan que su uso será obligatorio.
La señalización es una medida complementaria que ayuda a informar o recordar a los trabajadores la obligación del uso de EPI.
Las señales podrán variar ligeramente con respecto a las que aquí se muestran o ser más detalladas, siempre que el significado sea equivalente y no se produzcan diferencias o adaptaciones que impidan percibir de forma clara su significado.
Cuando se decida crear señales nuevas cabe recordar que el único elemento en el que existe libertad de modificación es el pictograma, ya que tanto la forma como el color están vinculados con un significado establecido en el Real Decreto 485/1997.
Dichas señales deben tener forma redonda, con el pictograma blanco sobre fondo azul (que cubrirá como mínimo el 50% de la superficie de la señal).
Cuando en un lugar de trabajo se necesite señalizar distintos aspectos de seguridad y estos sean comunes a todos los puestos de trabajo, por ejemplo, en una sala de máquinas donde todos los trabajadores estén obligados a emplear protectores auditivos y calzado de seguridad, se recurrirá a la agrupación en un solo cartel a la entrada del área, asegurándose siempre de que con esta agrupación no se producen errores de interpretación por parte de los trabajadores.
Los dispositivos de señalización deben ser mantenidos de forma periódica, controlando que las señales están en buen estado y mantienen sus características iniciales. Se debe realizar una limpieza periódica, reparando o sustituyendo aquéllas que se encuentren en mal estado.
El papel capital de los EPI
Entre las medidas preventivas para la adecuada protección de los trabajadores se encuentran las destinadas a garantizar la utilización de equipos de protección individual (EPI) que los protejan adecuadamente de aquellos riesgos para su salud o su seguridad que no puedan evitarse o limitarse suficientemente mediante la utilización de medios de protección colectiva.
A efectos del presente Real Decreto, se entiende por EPI (Equipo de Protección Individual) cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.
Por ejemplo, el uso de cascos protectores es de necesario cumplimiento en actividades como las obras de construcción, actividades debajo o cerca de andamios y demolición. Así como en estructuras metálicas de gran altura, postes, torres, instalaciones de altos hornos, grandes contenedores, instalaciones de calderas y centrales eléctricas, entre otros.
O, el calzado de protección y de seguridad es indispensable en trabajos de obra gruesa, ingeniería civil y construcción de carreteras. Obras de demolición de obra gruesa o en construcciones de hormigón y de elementos prefabricados que incluyan encofrado y desencofrado.
Otros EPIs más frecuentes son gafas de protección, pantallas o pantallas faciales, equipos de protección respiratoria, protectores del oído, prendas y equipos de protección, guantes, ropa y, por supuesto, las prendas de seguridad y señalización, así como la propia señalización de seguridad de los lugares de trabajo.
Si tras realizar la evaluación de riesgos, se determina que en un lugar de trabajo resulta obligatorio el uso de EPI, se debe informar a los trabajadores sobre esta obligación. Además, esta información se debe señalizar de forma que todos los trabajadores y visitantes que deban acceder a este lugar sepan que su uso será obligatorio.
Señales de seguridad, recordatorio vital
La señalización es una medida complementaria que ayuda a informar o recordar a los trabajadores la obligación del uso de EPI.
Las señales podrán variar ligeramente con respecto a las que aquí se muestran o ser más detalladas, siempre que el significado sea equivalente y no se produzcan diferencias o adaptaciones que impidan percibir de forma clara su significado.
Cuando se decida crear señales nuevas cabe recordar que el único elemento en el que existe libertad de modificación es el pictograma, ya que tanto la forma como el color están vinculados con un significado establecido en el Real Decreto 485/1997.
Dichas señales deben tener forma redonda, con el pictograma blanco sobre fondo azul (que cubrirá como mínimo el 50% de la superficie de la señal).
Cuando en un lugar de trabajo se necesite señalizar distintos aspectos de seguridad y estos sean comunes a todos los puestos de trabajo, por ejemplo, en una sala de máquinas donde todos los trabajadores estén obligados a emplear protectores auditivos y calzado de seguridad, se recurrirá a la agrupación en un solo cartel a la entrada del área, asegurándose siempre de que con esta agrupación no se producen errores de interpretación por parte de los trabajadores.
Los dispositivos de señalización deben ser mantenidos de forma periódica, controlando que las señales están en buen estado y mantienen sus características iniciales. Se debe realizar una limpieza periódica, reparando o sustituyendo aquéllas que se encuentren en mal estado.
Las señales deben tener forma redonda, con el pictograma blanco sobre fondo azul (que cubrirá como mínimo el 50% de la superficie de la señal)